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El viaje a Mercator

Las cosas que hay que hacer para que las flores tristes se pongan felices.

Me voy a hacer el curso de astronauta, con todo el entrenamiento, estudios y prácticas que me marean tanto.

Pero después de 2 años logro que me den la llave de mi propia nave para investigar el espacio exterior.

Mi nave espacial, el Enterprise
Despego de la Tierra rumbo a Betelgeuse. Yo sabía que a pocos millones de años luz de allí estaba Mercator, así que programé el GPS y me fui a dormir.

Desperté para aterrizar, y lo hice en el polo en el que las flores crecían. Llegué justo a tiempo.

Y pude ver el espectáculo más lindo del mundo. Estaban apareciendo, de a poco, abriéndose, con sus hermosas caras tristes. Hasta que me vieron. Y fue increíble su reacción, tan increíble que tuve que cerrar los ojos.

¿Dejás los ojos cerrados para siempre o los abrís para ver qué pasó?

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