En el planeta Jwan-Chu, que era rosado, vivían unos marcianos violetas que invadían el espacio. Cada vez eran más y más. De repente se chocó la Luna con otro planeta que no sabían como se llamaba y se formó La Tierra. Ocupaba mucho lugar en el espacio, y los marcianos cada vez tenían menos lugar. Se les ocurrió ir a otros planetas a vivir ahí. Los marcianos se hacían muy pero muy grandes. Entonces empezaron a tener menos lugar... Si a eso le sumamos que cada vez eran más, algunos, los más valientes, fueron al Sol, pero se quemaron. No volvieron nunca jamás. Finalmente tomaron un poco de agua Lunar y se achicaron todos.
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