Había una vez, en un país muy extraño, en donde la gente era muy rebelde, un chico que tiró una manzana violeta.
Esa manzana cayó directamente al piso.
Dos semanas después un árbol empezó a salir. Y era muy extraño, como el país. El árbol salía todo curvado. Y había una rama de otro árbol que le impedía el camino hacia la luz, y por eso le costaba crecer.
Entonces, decidió capturar esa rama para lograr avanzar.
De a poquito lo iba consiguiendo. Gracias a que atrapó esa rama se fue enredando y logró subir más.
Finalmente, llegó muy alto y toda la gente del país muy extraño se comía las manzanas moradas. Y tiraban los restos al piso.
Nació así un bosque de árboles morados.
Esa manzana cayó directamente al piso.
Dos semanas después un árbol empezó a salir. Y era muy extraño, como el país. El árbol salía todo curvado. Y había una rama de otro árbol que le impedía el camino hacia la luz, y por eso le costaba crecer.
Entonces, decidió capturar esa rama para lograr avanzar.
De a poquito lo iba consiguiendo. Gracias a que atrapó esa rama se fue enredando y logró subir más.
Finalmente, llegó muy alto y toda la gente del país muy extraño se comía las manzanas moradas. Y tiraban los restos al piso.
Nació así un bosque de árboles morados.
Comentarios
Publicar un comentario