Había una vez un señor de papel llamado Papelito, que tenía un perro muy lindo y chiquito que se llamaba Shuopi.
A los dos les gustaba mucho ir a pasear al parque de Papel. Pero Shuopi una vez se escapó y Papelito se enojó mucho mucho. Entonces le puso una correa más fuerte de papel. Y cuando llegaron a su casa Shuopi se fue a su cucha de papel porque estaba enojado con Papelito.
Shuopi se durmió mientras Papelito le preparaba su comida.
Pero a Shuopi no le gustaba esa comida. Le gustaba la comida de humanos! Papelito no sabía esto, porque nunca se lo había preguntado.
Shuopi, cuando se despertó, tenía su comida al lado. Y Papelito había ido de compras. Shuopi entonces se subió a la mesa para buscar comida rica. Cuando Papelito llegó a la casa vio toooodo el desorden de comida y a Shuopi muy gordo.
Se enojó y lo retó. Luego Shuopi le contó que no le gustaba la comida que le daba, que quería la de humanos y por eso se comió todo! Y entonces Shuopi y Papelito vivieron felices por siempre con las comidas que les gustaban.
A los dos les gustaba mucho ir a pasear al parque de Papel. Pero Shuopi una vez se escapó y Papelito se enojó mucho mucho. Entonces le puso una correa más fuerte de papel. Y cuando llegaron a su casa Shuopi se fue a su cucha de papel porque estaba enojado con Papelito.
Shuopi se durmió mientras Papelito le preparaba su comida.
Pero a Shuopi no le gustaba esa comida. Le gustaba la comida de humanos! Papelito no sabía esto, porque nunca se lo había preguntado.
Shuopi, cuando se despertó, tenía su comida al lado. Y Papelito había ido de compras. Shuopi entonces se subió a la mesa para buscar comida rica. Cuando Papelito llegó a la casa vio toooodo el desorden de comida y a Shuopi muy gordo.
Se enojó y lo retó. Luego Shuopi le contó que no le gustaba la comida que le daba, que quería la de humanos y por eso se comió todo! Y entonces Shuopi y Papelito vivieron felices por siempre con las comidas que les gustaban.
Comentarios
Publicar un comentario